Volverán las oscuras alforjas
sobre las parrillas de nuestras bicis a colgar,
y otra vez junto a un giro de pedales,
rodando bajo nuestros cuerpos iránPero aquellos vientos que refrenaban
tu avance y mi dicha a pedalear,
aquéllos senderos que siempre se recordaran
ésos …. ¡no volverán !Volverán las alegrías y las penas
de estos dos locos de atar
y otra vez sus alforjas
de recuerdo se llenaránPero aquéllos lamentos de sufrimiento,
cuyas gotas de sudor nos hizo derramar
aquellas duros repechos
ésos… ¡si volverán !Volverán de agonía en tus oídos
las palabras de tu padre a sonar,
tu paciencia de su profundo sueño
tal vez despertará.Pero agotado y de rodillas
como se introduce uno en su tienda de acampar
lo que hemos vivido…desengáñate,
nadie nos lo quitará.
Autor: Yo mismo.
Se me ha ido un poco la pinza jajaja, perdoname amigo Gustavo.
¿Qué tal si mejor recordamos los trazados por el gran Pirineo?
si si… va ser mejor!
Comenzamos con las etapas pirineo catalanas:
Buenas noches señores!
De ruta al fin!
Ayer casi 12 horas de transbordo llegaríamos a Rosas al fin donde nos reencontramos con amistades a pie de vagón y a orillas de mar, el gran Alejandro nos esperaría tras habernos despedido de nuestra compañera Carol y del amigo musulmán de la estación de Rosas, al cual conocimos al haber perdido por un solo minutos el autobús de las 20,00…
Una hamburguesa en el chiriguito La Transmontana como buen manjar, dos cubos de cerveza catalana Moritz y unas vistas muy suculentas al turismo que frente a nosotros se atrevió a pasar pusieron la guinda al pastel. Ya solo tocaba descansar gracias a la gentileza y amabilidad de Alejandro que nos ofreció su apartamento para pasar la noche.
08.00 de la mañana toque de diana y a disfrazarnos nuevamente de ciclistas aventureros. De nuevo con las mismas ilusiones y con las pilas recargadas, atrás quedaría ya el ruido de los motores de una neumática y el apego y las enseñanzas de mis pequeños grandes navegantes, por delante 15 días de tranquilidad el cambio del sonido de las olas y el flamear de las velas por el de las hojas al rodar sobre ellas y la mirada constante del gran sistema pirenaico.
Rodar suave de nuevo por el paseo marítimo de Rosas, despedida nuevamente del náutico Gen Roses y tras varios km más despedida de Alejandro. Ya a solas nuestras bicicletas rodarían a su próximo destino Figueres, ciudad natal de gran Salvador Dalí, ciudad donde podremos encontrar ese gran museo de tonos rojizos adornado con panes amarillos y unos huevos como almohades velando por su seguridad…si huevos así de abstracto y surrealista era este gran artista, aun así una mezcla brillante y de admiración.
Cambiaríamos pronto el bullicio de una ciudad turística por la paz de un espacio natural que junto al frescor de un gran río nos llevaría a poder disfrutar de un pequeña pero acogedora población llamada Crespià. Una muestra minúscula de estilos arquitectónicos de lo que Besalu nos complementaria después.
Besalù nos recibe al son de una banda y toda una población al baile de una tradicional sardana, unidos de manos en círculos y el vaivén de sus pasos al compás de la música. Paseo por esta magnífica ciudad medieval de antigua e históricas casas de piedra. Tras la compra de víveres y repaso de otros de mis ejemplares diálogos de catalán andaluceado partiriamos a buscar alojamiento estelar, cenita y a dormir eso es todo por hoy mañana más y mejor.
Espero vuestros apoyos como en cada viaje.
La aventura peninsular continúa.
Buenas noches amigos!
Genial!!¡
Me encanta ese toque poético que has incorporado en tu relato
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Gracias Almudena! Si Gustavo levantará la cabeza y lo lee se me vuelve a acostar por compasión jaja
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