De Ciudad Real a Vitoria

IMG-20170825-WA0000Buenas amigos!

¿Cuánto tiempo ha pasado verdad? Pero bueno, va siendo hora de que nos vayamos poniendo al día, que dejé este espacio varios viajes atrás. En las próximas semanas y motivado por la finalización del libro de siete desiertos, me dicho ¡Pero que leches! yo aquí leyendo sobre otros y el mío abandonado!

Así que nada aprovechando que es festivo y día de Andalucía, hoy comenzaremos con la nueva saga de aventuras alforjeras de estos dos gaditanos, padre e hijo, hijo y padre ¿Qué más se puede pedir?

Hoy recuperaremos la aventura desde Ciudad Real donde lo dejaría por molestias en la rodilla en el último viaje en solitario. ¿Pero recordáis donde lo dejamos? Exacto, Miguelturra, en tierras manchegas, a los pies de Ciudad Real, en aquel viaje en el que acabé calado y con un gripazo del copón debido a la sacudida de una tromba de agua tras otra.

Sin mas preámbulos:

🎤🎵🎵A la puerta de Toledo Maaare, le tengo ceeelo, le tengo ceeelo,🎤🎵🎵

Así con esa coplilla del cantante Chiquetete comenzaría la primera crónica de este viaje con destino Vitoria-Gasteiz

Allí me encontraba en el mismo sitio y a la misma hora, pero con otra persona, ¿no seguía así la letra? Pues sí, dos de la tarde y allí estábamos mi padre y yo, nuevamente como hidalgos caballeros, con el coche aparcado y un sol radiante que invitaba a embadurnarse en crema solar. – que cambio, con el de mis últimos pasos por aquí-

Nuestro primer destino la Puerta de Toledo:

– Pero chico esto no estaba en Madrid?

– Calla viejo y sígueme, que eso está aquí al lado a cuatro rotondas y tres semáforos.

– Todo cuesta arriba como siempre no?

– ¡Que va! por primera vez llaneando y con viento de popa

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Puertas de Toledo (Ciudad Real)

Y allí estábamos en la Puerta de Toledo,  puerta que formaría parte de las antiguas murallas de la ciudad y que sería declarada monumento nacional el 4 de febrero de 1915 por el mismísimo  Alfonso XIII!

La jornada discurriría tranquila y plácidamente siguiendo el trazado simultáneo del Camino Manchego, Ruta del Quijote y pinceladas del camino Teresiano. Por el camino llegarían los primeros ángeles, un señor que no vio deambular a los alrededores de una gasolinera abandonada, buscando un punto de agua, se acercaría interesándose por nosotros, ofreciéndonos volver algunos pasos atrás para rellenar nuestros botes en su local de reparto de cubitos y productos congelados, fue un oasis entre tanto castigo del sol.

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Tras nuestro paso por la pequeña población de Fernán Caballero seguiríamos nuestro camino en la búsqueda de algún lugar para pernoctar, primera noche de acampada del viaje, la traseraP1000701.JPG de una ermita enclavada en un pequeño pinar sería la zona elegida, una jovial  blanca y negro gatita, se convertiría aquella noche en nuestra protectora y vigilanta nocturna a cambio de un trozo de pan y alguna que otra caricia al son de su ronroneo.

A media tarde, las luces de un automóvil, perturbarían nuestro descanso, pero más allá de molestarle nuestra presencia, al estar tan cerca de su parcela,  se ofrecería en dejarnos entrar para darnos un placentero baño con la manguera procedente de uno de sus templados depósitos de agua. ¿Necesitáis algo más? ¿Comida? Tomad un racimo de uvas para mañana. – gracias  Luciano.

Y así sin más, con los nervios del primer viaje, de la primera noche de acampada, donde hasta el caminar de una hormiga te llega a desvelar, pasaría la primera noche de esta nueva etapa alforjera.

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¿Llegaremos pronto al País Vasco? Pronto lo sabrás

Y aquí el resto de las fotos!

Pinchame para ver las fotos de la jornada.

 

3 comentarios en “De Ciudad Real a Vitoria

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