

– Compadre, te ha caído una gota o es cosa mía?– Pues para mí que sí, en!

Desde historiasdeunaguacero os informamos que estamos bien! A pesar de la gran granizada y las sacudidas de Zeus, empeñado en jugar con sus rayos contra nosotros, con suerte el pobre ya con la edad de puntería no anda muy bien, las cataratas y la vejez que no perdonan…Tampoco nos podemos quejar mucho, solo nos mojamos una vez y con suerte pudimos refugiarnos en un hangar del una fábrica de cemento. El resto del día afortunadamente sin agua, por lo que el camino hasta Escalona con tregua, esperamos que no sea algo puntual! Parece que la tormenta va perdiendo fuerza, si es que no hay quien pueda con estos dos alforjeros. Unnnnn abrazo amigos!
Una parada en el camino junto a una pequeña capilla para prepararnos nuestro menú suculento de sopa de sobre, placeres que se da uno en este mundo del cicloturismo…
Venga viejo, ya estamos llegando a Escalona, vamos a llamar a los agentes de la autoridad para pedir las llaves del albergue municipal.
– Mira que somos dos peregrinos, que para quedarnos en el albergue si puede ser…
– Claro mira os esperamos allí, tenéis que seguir la plaza de los arcos, luego la tienda de verduras a la derecha, pasas por aquí por allí y luego para el otro lado. ¿Alguna duda?
– Ninguna todo correcto.
Dos horas después… – ¿Os ha pasado algo? Tenemos que irnos y dar el relevo a los compañeros. Dónde estáis?
– Aquí en una calle con murallas… – El pitorreo era inminente… nuestras caras ,debido al cansancio ya no estaban para muchas bromas, pero para ser sinceros, demasiada paciencia había tenido con nosotros, y más cuando el albergue no estaba ni a 5 minutos de nosotros y nosotros echamos 120 en llegar aiiixxxx.
Después de un ridículo de tal envergadura, tan solo pudimos agachar la cabeza y sonreír con nuestra mejor sonrisa forzada.
Más Fotos de la Jornada:
Que pasada de crónica sigue así que da gusto leerte. Espero ansioso más entradas de tus viajes los cuales son fuente de inspiración para otras personas a seguir tus pasos.
Un saludo alforjeros.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tus palabras amigo José.
Considero mis entradas como un un «Diario Público» de nuestras vivencias, pero sin duda, siempre es un placer saber que sirven de inspiración para los demás.
Un abrazo compañero!
Me gustaMe gusta
No hay de que Jesús el placer reo que es mutuo como bien sabrás.
Una de las cosas que me gusta de leer tus diarios públicos, es el imaginar esos lugares por donde van tus andazas. Tener la posibilidad de visitarlos, descubrirlos, verlos con tus propios ojos y recordar en ese momento las crónicas de esa persona que tiempo atrás te hizo viajar hasta ese mismo lugar con sus palabras o fotografías y que se te dibuje una sonrisa en la cara no tiene precio. Además de si algún día decidiera lanzarme a un viaje largo recurríria a tus diarios para que no se quede nada por ver el tintero.
No quiero extenderme más, y seguir llenando de halagos esta respuesta a un comentario,pero quiero que sepas que espero ansioso más crónicas y pedalear en mi cabeza lo que tus piernas han recorrido.
Me gustaMe gusta
Pingback: Ruta Uniendo Cabos: Vuelta a la Península – Historias de un Alforjero