Décima entrega pirenaica
Buenos días desde la Torre de Capdella
Anoche no hubo crónica por descanso del personal, que se quedó dormido con la tablet encima escribiendo su crónica diaria para el New York Times.
La etapa vivida desde Llavorsí se puede catalogar como la más dura psicológica y físicamente, en total han sido 58 km con un desnivel positivo de 1875 metros, donde prácticamente todo el desnivel ha sido en los primeros 12 km, suerte que a mitad de la subida nuestra carretera cambiaría de sentido y la montaña se puso de nuestro lado ofreciéndonos la protección sombría que tanta falta nos hacía.
En plena subida, en la búsqueda del Coll de la Portella, rebañamos las últimas latas de caballas donadas por Abdiel y unos tomates picados con sal que nos sobraría de «los mandaos» del día anterior. No sé si fue el calor, el olor a caballas o nosotros mismos, pero un «bandada» de moscas «pejigueras» nos acompañarían durante el resto del camino hasta el citado collado.
Una vez coronado y llegado al Coll del Triador nos hemos encontrado en un remanso de paz a 2200 metros de altura , una pista que durante sus casi 25 km de soledad, nos brinda como premio por el esfuerzo, unas vistas como si de un sistema dunar se tratase, una naturaleza que moldea a su antojo infinidad de montañas y vegetación baja, donde cientos de vacas brunas y caballos salvajes en semilibertad pastaban a sus anchas mientras contemplan como dos locos montados en bicicletas paseando por el desierto rompían su rutina paisajista diaria.
Aquella pista nos parecerá no acabar nunca al menos nos compensaba algo el esfuerzo sabiendo que estábamos rodando por los caminos donde un gran centenar de deportistas recorren su trazado por la famosa y dura prueba Pedals de Foc. ¿Pedals de foc? ¿Qué es concretamente?
Pedals de foc (Pedales de fuego), es la ruta pionera de las rutas organizadas en btt y también de la red de Pedales del mundo. Es famosa a nivel internacional. Concebida para hacer con bicicleta de montaña, es una ruta autoguiada con salida en la boca sur del túnel de Viella y llegada a la capital del Valle de Arán. Recorre la periferia del Parque nacional de Aigüestortes y Estanque de San Mauricio,en pleno Pirineo de Lérida. También tiene una versión Non stop que se hace en dos días sin parar. Referente internacional entre las Ultramaratones en BTT, tanto por su belleza como por su dureza.
Llegaría al fin la bajada, una vertiginosa bajada que nos llevaría hasta Vall Fosca y Espui, una «baixada» de las que ni sentándose sobre la rueda trasera le pierdes la tensión a las muñecas producido por esas de piedras y tensión permanente, coincidimos con dos ciclistas que también recorrían la transpirenaica pero mucho mas liviano que nosotros con un solo petate atado a su manillar y la tienda al manillar del compañero… así bajaban a la velocidad casi los 15 km que faltaban para llegar al albergue donde nos encontramos hoy.
Eso es todo, si las piernas dan su último tirón hoy llegaremos a Pont de Suert nuestro final de viaje por tierras pirenaicas, despidiendo como se merece a la gran Catalunya y a la espera de que los amigos aragoneses nos abran sus puertas.
Una abraçada amics
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