Vía de la Plata 11
Salamanca – Zamora

Pues con toda la tarea hecha y relajado en un gran albergue municipal gestionando por un gran alberguista que es sin duda cara y la cruz del de ayer.

En Salamanca llegué ayer y sin mediar palabra lo primero que me implanta el hospitale… Perdona el general conserje son las normas «a las 08.00 tienes que esta fuera del albergue y si sales a las 22.00 si no has entrado ya no puedes entrar» ¿primero se saluda no? Total me instalo, voy a lavar la ropa y me quita el detergente en polvo porque ese es suyo personal! Me da la pastilla de jabón lagarto, le sonrío y me disculpo no me he dado cuenta lo siento (tenía escrito Hospitalero hasta en el código de Barra del Micolor) jabono mi ropa y cojo un polvorón de la mesa me mira inquisitiva, ann perdona que también es suyo, casi me engollipo con el polvorón, aju que hombre con tan poco “aggeee, mi arma que malafoia pisha” ¿Me queda algo? total en la habitación coincidimos : Carlos de Burgos, un alemán muy largo y yo, ambos opinamos lo mismo del señor que se pasó el día entero jugando al Solitario en el ordenador, nos acostamos cualquiera no lo hacía se apagan todas las luces.

07.00… Toque de Diana el señor Sargento Hospitalero nos pone a “to voz” al Vivaldi, Mozart o yo que sé que movida filarmónica la cosa era que allí te levantabas si o si, el alemán se le pega las sabanas, sube y le despierta. A las 08.00 todos por co**nes a la calle, que sí, que vale, que no es un hotel y que son las normas del albergue pero “pisha” que es de noche y hay -3 grados en la calle!!!!

“Pos Na” a pasar frío. Echo unos 80 céntimos en la hucha de donativos y sueltecito para que suene algo al caer que si no ni eso!!! Total salgo y desayuno por la calle, hoy el donativo se lo ha llevado un hombre que estaba entre cartones junto a la cafetería y no en dinero sino en un cafelito y un par de churros que le he invitado.

Rumbo a Zamora!

Por delante 30 km por la Nacional 630, con un frío helador y una niebla que me impedía ver a mas de dos metros y con arcén mas bien cortito, coches que olvidan que las carreteras secundarias no son pistas de la Náscar… Decido coger una alternativa por primera vez en la ruta y me desvío por un camino en el cual me encuentro con Julián, según sus palabras “con una bicicleta muy vieja pero con ganas de acompañarme”, así lo hace durante algunos km, se despide y sigo mi senda imaginaria en un carril vallado junto a la autovía. Veo al otro lado de la valla que separa mi camino un cambio de sentido hacia el pueblo donde debería de dirigirme, echó mano de la navaja multiusos y … Vía libre ando unos 300 metros por la autovía, me desvío hacia mi destino y por fin a salvo! De locos!

Me tomo un café para evadir tanta tensión y me encandilo ya con la ruta original , ya afortunadamente por pistas de tierra junto a una vía de tren. Por delante otros 30 km de Camino meramente transitorio y sin atractivo entre enormes latifundios.

Llego a Zamora y cruzo el puente sobre el Río Duero. En busca de albergue municipal, gran contraste me abre el chaval me instala me deja ducharme y cuando acabo me pide la credencial y me toma los datos, me dice cualquier cosa de la nevera y la cocina es mía, yogures, el café de la cafetera… Esto si es lo que se puede definir por hospitalidad!!!

¡¡¡Mañana día de descanso!!!

Un abrazo a todos