Pues na… aquí estamos… que al final… Hemos rodadooooo!
Amanece en el delta del Ebro, me dispongo a abrir los ojos y mirar el móvil, Rosa de Vilanova i la Geltrú, me acaba de enviar un mensaje por Couchsurfing, nos ofrece alojamiento en la única etapa de la que no teníamos nada asegurado, nos alegra la mañana, tanto que nos levantamos corriendo de la cama y nos ponemos con las Bayetas y el Pronto a recoger y limpiar la casa para dejarlo todo tal cual lo habíamos encontrado, sábana en mano y doblando fundas de almohadas cuando me vuelve a sonar el móvil, Enric Malvesi nos cambia los planes, nos cambia la cerveza programada para el próximo sábado en L`Ametlla de Mar, por una magnífica noche de en su casa de L’Ametlla, con chimenea y morcillas a la brasa en un hogar acogedor y en familia con él y Montse, ¿Quién dice que no?

Cerramos la casa del Delta y comenzamos sin pensarlo a rodar, parando a desayunar en Els Muntells, de paso probamos los auténticos Panecillos de Tortosa con su cabellito Ángel…y de segundo bocadillo de mortadela!

Atravesamos el Río Ebro desde Sant Jaume D’Enveja con la ropa tendía y los calcetines al fresco. Seguimos rodando en busca de L’Ampolla, miramos el cuentakilómetros y la media de velocidad, pasamos de rodar a la velocidad de las mariposas a rodar a las de las libélulas, 27 km/h y con alforjas!

Sin darnos cuenta ya estamos llegando a este pueblo costero de la Costa Dorada, donde junto a la estación de Rodalies, nos disponemos a comer, si otra vez… todo no va ser pedalear! Bikini con Huevo por 3€… Bikini? Eso no es lo de las mujeres? Total lo pedimos pero en lugar de traernos la camarera a una mujer maca en bikini nos trae un pan de molde con jamon york o «dulce» como le llaman por aquí y su quesito fundido, un sándwich a lo catalán que en esos momentos nos supo a gloria.

Por no perder la vieja costumbre de comilona=rampa posterior lo volvimos a repetir, y nos encontramos con los primeros «desniveles» de la ruta, toca empujar mas que nada por no desperdiciar el almuerzo de antes… un empinado descenso nos lleva a nivel del mar nuevamente brindándonos con las platges de Perelló.

Atravesamos un viejo túnel bajo las vías de tren y seguimos en busca de L’ametlla a donde llegaríamos sobre las 2 de la tarde, por delante 3 horas de espera, ¿acaso importa? Nuestros amigos nos reciben junto a la estación y con luces en mano, nos toca una corta pero gustosa ruta nocturna tras su coche y como dije anteriormente lo bueno se hace esperar y en ocasiones los cambios de planes van a mejor.
Y Aquí estamos junto al calor de unas brasas, junto al calor de una gran familia y reposando una gran cena, unas personas maravillosas que van a formar ahora y siempre parte de nosotros y de esta gran aventura
Gracias Amigos!

Mañana Rumbo a Tarragona!!
Aaaaaadeuuuu amics!