Penúltima Etapa si las piernas quieren.
Blanes – Palafrugell
Buenos días amigos, tras un merecido descanso y con las pilas cargadas, saldríamos con las mismas fuerzas que el primer día rumbo a nuestro próximo destino, Palafrugell.
Etapa Reina la del día de ayer sin duda, donde una nueva carretera de montaña volvería a luchar contra nosotros, una carretera que no tenía nada que ver con la del puerto de Garraf, una carretera tranquila, con continuos toboganes, paralelas al mar y espectaculares vistas a las Calas más insólitas de la Costa Brava, costa que como ya os adelante tiene su puerta, representada en Blanes, una etapa castigadora para las piernas pero que a su vez nos ha regalado un sinfín de emociones para los sentidos.
Comenzamos el día desayunando las últimas mini magdalenas catalanas en el piso de Blanes, pronto volveríamos a sellar y buscar la finca donde tendríamos que depositar las llaves, tras el protocolo oficial tomaríamos dirección Lloret del Mar, por la G682, nos desviaremos del chino dirección paseo marítimo, caería algún nuevo sello y algún nuevo desayuno, seguiremos rodando a las faldas del Massís de les Candidates, el norte de Canyelles nos recibía tras mil y un sube y baja de las cotas de altitud.
Llegaríamos a un lugar singular, Tossa de Mar, donde un mecánico nos inflaba las ruedas y evitaríamos así el atraco de pagar en Cepsa/Repsol, por ese servicio… no es por el €uro por 5 minutos que cuesta es porque no me da la gana pagar por eso, bueno que me desvío del tema, volveríamos a sellar y pasear por las calles de esta localidad. De nuevo a disfrutar de las vistas de la G682, La Pola i Giverola, Salionç, Canyet de Mar y Punta Brava, las piernas con síntomas de necesitar un descanso tras varias curvas con la excusa de tomar fotografías y no herir así el orgullo de uno. Más tarde que pronto llegaríamos al mayor núcleo poblacional de esta zona de la Comarca del Bajo Ampurdán, Sant Feliu de Guíxols, nos recibe con el Monasterio de Sant Feliu de Guíxols, conjunto que ha ido sufriendo modificaciones por siglos desde 968 hasta el s XX, junto a ella la Port Ferrada, unos restos de edificio que se piensa que pertenece a un palacio de un Abad o de un gobernador carolingio, seguimos ruta tras este paréntesis histórico no sin antes acabar con las últimas tortitas de chocolate con avellanas que nos regaló Carol.

Cuando nos dimos cuenta que el reloj marcaban las 15,30 comenzaría a rondar por nuestra cabeza la idea de que no llegaríamos a tiempo, y decidimos tomar un descanso para afrontar el último sprint, mientras mi padre entra a comprar yo preparo los Panecillos de semilla fuera, una mujer anciana de longeva edad me desea bon viatge y bon Nadal, le respondo en un perfecto catalán andaluzado, que igualment i Bones Festes, la mujer me sonríe y se va con su carrito de la compra, llegaría mi padre con la compra y tras reponer fuerzas comenzamos nuestra particular sprint con inicio en Platja d’Or, calles de Palamós y finalmente por una bonita senda, que discurre por una vía verde llamada Ruta del Tren Petit, la cual sin apenas esfuerzo con el sol brindando todos sus tonos rojizos y la luna casi llena dejándose ver ante nosotros nos guiaba hasta nuestro hogar de hoy en Palafrugell.

Maricarmen sería nuestra anfitriona de hoy, gran persona como las anteriores, casa cálida y acogedora, con la compañía de sus tres gatos y el juego y compañía de sus dos hijos de 7 y 8 años, con los que no paré de jugar y reír con ellos todo esto con la atenta mirada del Caga Tió bajo el árbol a la que los niños ya habían puesto su comida y acostado tras la oración del Caga Tió.
Pronto nos iríamos a dormir sabiendo que Sofía había ganado Gran Hermano 16… mu maca ella por cierto….
i bon res mes eso es todo, merci a Maricarmen y sus hijos y al calor del ronroneo de sus mininos por formar parte de esta aventura.
Bon Nadal i Bones Festas
Aaaaaadeuuuu
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