CARTA A JESÚS MARRUFO: MI COMPAÑERO, MI AMIGO, MI HIJO.

Hoy 6 de Abril, no puedo más que agradecer a mis padres todo lo que me han dado hasta hoy. Todo lo que han aportando entre los dos, todo lo que estaba en sus manos educación, valores, respeto, cariño y demás enseñanzas que han hecho que a día de hoy no me falte nada. A vosotros tengo que agradeceros lo que soy  gracias a vuestro empeño en que crezca firme y derecho, ¿Qué si me la he ganado? Sí, alguna que otra torta me habré llevado,  pero mira aquí estoy con las únicas secuelas de ser quien soy, un tío prudente, centrado, agradecido y respetuoso.

Hoy 6 de Abril, no puedo más que agradeceros todo lo que me habéis dado, y lo que no también… que todavía estoy esperando esas chuches de «a la vuelta te las compro» o  la alfombrilla con el circuito de educación vial para jugar con mis coches, si esos mini coches, que venían en las cajas de cereales y os hacía comprarme con la promesa de que me los comería para desayunar y acababan siempre «maníos», pero bueno, supongo que os lo tengo que perdonar por no haber abierto  ni tan siquiera los tomos de esa enciclopedia VOX, que os prometí que usaría para estudiar…

Hoy 6 de Abril, abro mi correo y encuentro uno de esos regalos que significan tanto y cuestan tan poco en lo económico pero tanto en lo expresivo. Esas cosas que no suelen decirse tan a menudo pero cuando te las resumen y las agrupan en un escrito, dibujan una sonrisa y hacen que tu mirada se humedezca como queriendo soltar alguna lágrima de emoción.

Hoy 6 de Abril, fecha de mi nacimiento, abro mi correo y descubro un regalo especial, la carta del «viejo» queriendo plasmar todo lo descrito anteriormente.

En definitiva muchas gracias a Cristobalina Santos y Félix Marrufo, Félix y Cristobalina, mis queridos padres. Os quiero chavalotes!

_DSC0589.jpgIMG_2547.JPG

Y sin mas preámbulos. Os dejo la citada carta.

CARTA A JESÚS MARRUFO: MI COMPAÑERO, MI AMIGO, MI HIJO.

                                                                                                     Rota, 6 de abril de 2017

JESÚS, con tu permiso me cuelo hoy en tu blog Historias de un alforjero, en este cuaderno de bitácora tuyo, que en realidad es una historia de superación personal.

Me siento feliz y orgulloso de estar contigo. De ser y querer ser y luchar para ser un buen compañero, un buen amigo, un buen padre tuyo. El esfuerzo vale la pena. Vale todas las penas. Aquí estoy acompañándote siempre que quieras. Me agobia fallarte algún día y lucharé por no hacerlo. No te olvides nunca de qué estoy aquí.

   Quiero comenzar estas vivencias con mi hijo, mi compañero, recordando los comienzos de nuestras aventuras. Si la memoria no me falla, que ya estoy algo mayor y confundo las fechas, creo que fue en 2010 cuando Jesús comenzó a contar conmigo para pequeños retos y así pusimos la semilla para los que vendrían luego. Empecé con una bicicleta del Carrefour que tenía para ir a mi trabajo, porque señores, hubo un tiempo en que yo trabajaba en una empresa. Pero esa es otra historia, volvamos a lo que estábamos.

Rota a Chipiona, 16 km uffff ¡¡Un logro!! Otro día, Rota a Los Toruños, ¡¡Ooootro logro!!; ¡¡Qué fuertes que estamos!!, y así sucesivamente. A partir de ahí comenzamos a rodar tramos cada vez con más km. Fue entonces cuando me planteó mi chico hacer Rota –La Línea, a lo que me negué pues mi bici no estaba para tanto trajín. Decidí entonces comprarme mi primera bici buena, con sus 27 velocidades. Pasé del Fiat 600 al Alfa Romeo, y me creí que la bici rodaba sola. Pronto me dí cuenta que no era así , que el que tenía que poner el motor era yo.

  Nuestro gran reto fue comenzar la TA( Transandalus). Huelva nos esperaba, primera aventura y una de las más bonitas para mí, ya que nos estrenábamos como alforjeros y compañeros de ruta.

De ese viaje tengo grandes recuerdos, pero el mejor es una carta que me redactó mi hijo al comienzo de su primera crónica. Una carta que me llenó de orgullo y la cual me hizo derramar alguna lágrima. A partir de ahí hicimos las ocho provincias de la comunidad andaluza, luego unimos cabos, el pirineo catalán y lo que para mí fue un gran reto: el CAMINO DE SANTIAGO.

Todos nuestros viajes comienzan de la misma manera, con una llamada de Jesús: “¡¡¡Opa!!! Estoy planeando un viaje, para tal día y a tal lugar, ¡ve preparándote! Y mi respuesta es siempre la misma: ¡¡Po vale!!”

A partir de ese momento y hasta el día de comienzo de la ruta me van saliendo algunas faenitas, Jesús que aporta algo, Susy que va como las hormiguitas juntando y así de a poquitos se hace un montoncito por parte de los tres, el cual da para dicha aventura.

Este chico es un figura, él lo planea todo, la logística, cuánto nos saldrá más o menos económicamente. Yo me dejo llevar por mi hijo porque sé que antes de salir tiene todo muy bien atado y confió plenamente en él.

Cuando estamos de viaje y se pone malo uno de los dos, Jesús sabe que siempre llevo el “porsi”, pero sobre todo contamos con nuestro mutuo apoyo y si hay que descansar un día para recuperarse se hace, es por ese motivo que siempre vamos a nuestro ritmo y sin billete de vuelta. Es tan grande la complicidad que nos une que sabemos, con una mirada, cuándo alguno de los dos necesita su espacio y tranquilidad y cuándo necesitamos unas palabras de apoyo.

Si nos enfadamos, que también suele pasar por cualquier motivo, va uno por delante y el otro detrás. Esta situación no suele durar mucho, al cabo de algún tramo nos estamos muriendo de la risa y para adelante compañero, que aquí no pasó nada. Somos amigos y compañeros, pero por encima de todo soy su padre y si lo veo en peligro me preocupo. Ha habido situaciones arriesgadas y temí por los dos, pero es ahí cuando nos hacemos uno y minimizamos los riesgos, apoyándonos mutuamente.

Tengo tantas anécdotas vividas a su vera con momentos buenos y otros no tanto que nos han llevado al límite de nuestras fuerzas, que no sabría por cual decantarme…por ejemplo hay una que fue el día que nos estrenamos con tienda de campaña. Esa noche cuando nos disponíamos a dormir cada uno en su tienda, Jesulito recibió una visita inesperada. A la mañana siguiente me cuenta que esta visita no paraba de empujarlo toda la noche y que resoplaba; a mí me pasó otro tanto, únicamente que yo le pegaba a la tienda y se iban para la tienda del chico, ¿pero de qué visita estamos hablando? Pues de ¡¡ jabalíes !! Me decía el chico: ¡¡Opa, no pegué ojo en toda la noche!!, y nos partíamos de risa de nuestra primera noche de acampada bajo un manto de estrellas y muy bien acompañados por estos animales.

Otra anécdota: Una vez íbamos subiendo una pendiente de tres pares de narices que de todo tenía, piedras sueltas, arena, no pasaban ni las cabras; la subimos, y al llegar a la cima miramos para el lado y hete aquí que ahí estaba el camino perfecto y fácil de subir. Pero eso no es todo, al llegar al pueblo, en lo más llano hago mi entrada triunfal y… Cataplín me voy al suelo, Jesús en vez de ayudarme seguía grabando y muerto de risa.

Como he dicho al principio mi gran reto ha sido el Camino de Santiago y lo he podido cumplir gracias y junto a mi hijo. Llegó el día de empezarlo en Irún y, como en todos nuestros comienzos de ruta, chocamos nuestras manos uno con el otro y las palabras son…

– ¡Vamos viejo!- ¡Adelante mariquita! (le molesta y no poco que le llame así, pero es con cariño y lo sabe). Nunca pensamos en los km que tenemos por delante y sabemos que los que hoy no se hagan quedaran para otro día. Hay días que el uno o el otro no estamos al 100%, pero sabemos cómo darnos ánimo y fuerzas.

Después de pedalear varios días y dejar atrás pueblos llenos de buena gente, llegamos a ver otro de tantos amaneceres mágicos, esta vez en la playa de las Catedrales. Al contemplar semejante obra de la naturaleza nos dimos cuenta lo poquito que somos, la marea estaba baja y así pudimos disfrutar plenamente de tanta belleza. Nos metimos entre las rocas, sacamos fotos, grabamos videos y lo primero que hice fue llamar a Susy para que viera en directo junto con nosotros aquella maravilla, eso es algo que quedará grabado en nuestras retinas para siempre.

Ahí uno se da cuenta la majestuosidad de la naturaleza, la cual no necesita brocha ni cincel para tallar sus obras.

Dejamos atrás ese paraíso para disfrutar de otro espectáculo también digno de ser visto, el mar se adentraba en las rocas y se hacían bufones. Estos paisajes nos dejaban boquiabiertos pero había que continuar nuestra ruta.

Llegamos a otro pueblo antes de Santiago (soy muy malo para recordar el nombre de cada lugar) y buscamos un albergue para alojarnos. Al ser los únicos peregrinos aquella noche era todo para nosotros dos. Ya era Nochevieja así que nos fuimos de compras para celebrar una noche especial. Como era el final de un año y comienzo de otro, no nos olvidamos de nada, comida, vino y ni las uvas nos faltaron. -¡Venga chico a cenar, encendimos la radio para escuchar las campanadas, nos comimos nuestras uvas, pedimos algún deseo y para la cama a descansar y a recuperar fuerzas. Amanece un nuevo año luego del desayuno y ya dispuestos, la pregunta de siempre: ¿¿Vamos opa?? ¡¡Vamos chico, Santiago nos espera!!. Rodamos unos km y entramos en la Plaza del Obradoiro, ya se visualiza la Catedral, el corazón se acelera, me siento muy ansioso, lleno de sensaciones extrañas y al ver el Pórtico de la Gloria se me llenan los ojos de lágrimas, nos abrazamos con mi hijo y dejamos salir todas las emociones. Lo que sentí en ese momento fue tan grande y más yo que era bastante escéptico respecto al camino de Santiago, que nunca pensé me llenaría tanto; ahora entiendo cuando los que hacen el camino dicen que tiene algo especial que te atrapa y llena el alma de gozo.

Tuvimos que esperar a que terminara la misa para que nos dieran nuestras compostelas, así que visitamos al santo y le agradecimos poder llegar hasta él.

Fuimos los primeros bicigrinos del 2017 en entrar a la Plaza del Obradoiro y con mucho orgullo. Cuando salí con mi Compostela estaba más contento que perro con dos colas, lo primero que hice fue sacarle fotos y enviársela a todos.

– Bueno killo, ¿qué hacemos?, – Venga opa, ¡vamos para Finisterre! Ahí vamos otra vez a rodar. Nos coge la noche en un pueblo entre Santiago y Finisterre, descansamos y partimos el día dos de enero. Después de pedalear algunos km… ¡Aleluya Finisterre y el faro del fin del mundo! Unos metros antes, unos reporteros de La Voz de Galicia nos preguntaron si éramos peregrinos y qué lazo nos unía. Cuando les dijimos que padre e hijo no lo podían creer. Jesús respondió la entrevista con nuestro himno de fondo (Carros de Fuego). Al terminar, alzamos nuestras manos y con esa música de fondo hicimos una entrada triunfal, llegando a la meta cual grandes campeones, rodando a la par y sabiendo que no somos dos , que somos uno.

Para terminar, (los que me conocen saben que no soy de letras), pero he querido rendirle mi pequeño homenaje a mi hijo JESÚS. Al mismo que siempre cuenta conmigo para nuevos retos. Al que no sé a quién salió cuando escribe en su blog, y muy bien narrado por cierto, todas las aventuras de estos dos humildes alforjeros

Saber que mi hijo cuenta conmigo para realizar sus sueños y hacerlos míos , es algo que me llena de orgullo y satisfacción. Eso me impulsa a prepararme para cada nuevo reto y que él sepa que su padre, su compañero, está muy orgulloso de su hijo y amigo para seguir acumulando sueños cumplidos y compartidos.

La relación que me une a mi hijo y la complicidad no la podría tener con un amigo cualquiera.

JESÚS, hay tantas cosas que no te digo y no sé porqué, quizás porque doy por hecho que ya las sabes, pero hoy te lo voy a decir. Cada palmada, cada abrazo y todos los momentos compartidos hacen que me hinche como un globo y me sienta satisfecho de poder disfrutar contigo esos pequeños grandes momentos. El llevarte de la mano y enseñarte a caminar de pequeño, ha dado su frutos y es que ahora caminamos juntos.

JESÚS, SI DECIRTE LO MUCHO QUE TE QUIERO Y ADMIRO SUENA A MARICONADA, PUES QUE VIVAN LAS MARICONADAS.

Félix Marrufo Tamayo.

IMG_20151215_131452.jpg

Gracias a todos los que habéis aguantado hasta el final este posta tan públicamente personal y quien haya puesto su granito de arena para que este post sea posible! Siiii Opaaa gracias pero te conozco y muchos nombres has recordado tú… Jajajaj

Un Abrazo a todos! 

Asturies, patria querida, Asturies de mios amores!

Bueno, bueno ¿por dónde íbamos?

IMG_20161228_160656.jpgAsturies, patria querida,

Asturies de mios amores;

¡Ai!, ¡quién tuviera n’Asturies

en toes les ocasiones!

Así dice su famoso himno y así lo sentimos, una vez más comprobamos que hay mucho más que sidra, que hay más sones que los de Melendi y más gastronomía que la fabada. Que Asturias te enamora desde el principio y el fin, de Alfa a Omega como las siglas de su bandera. Han sido pocos días desde que cruzamos aquel puente sobre el Deva y Bustio nos acogiera, pocos días desde que esa gran etapa con destino Gijón nos pusiera a prueba, no mucho desde que Vicente se preocupase por nosotros o aquel merecido descanso en Luarca, sin olvidarnos de aquél café con que nos brindó aquella mujer pasado Villaviciosa, pocos días pero suficientes para conocer de cerca a su gente y su hospitalidad.

IMG_20161226_135921.jpg

Nuestra salida desde Luarca con las pilas recargadas nos hizo disfrutar nuevamente del camino, de la compañía de aquella pareja rumana-francesa que conocimos en el albergue y del rodar hasta aquel puente sobre Navia. Una vez más disfrutamos con alegre pedalear con el verde paisaje, con sus pistas forestales cargadas de restos de castañas, hojas secas y caballos IMG_20161228_113054.jpgbretones y sobre todo disfrutamos de la mejor despedida que nos pudieran brindar, el sonar de aquella banda de gaitas asturianas con sus característicos tres roncones, un sonido angelical acompañado de un tambor que se nos quedaría sonando y tarareando en nuestra mente hasta el momento en el que sin darnos cuenta despidieramos a Figueras y pisamos tierras gallegas en Ribadeo. Una entrada para nosotros triunfal sobre aquel puente sobre la Ría de Ribadesella o mejor dicho sobre la Ría del Eo!

IMG_20161228_160327.jpg

Hasta Pronto amigos!!!!

A un hilo del desvanecimiento.

28 de Diciembre de 2016

¿Os suena la fecha verdad? Día de los Santos Inocentes. Aún recuerdo aquella anotación, aquél diario público de viaje, aquella fatídica crónica, la cual, en el momento de su publicación bien  podría haberse entendido como una dura inocentada, pero  desgraciadamente no fue así.

Afortunadamente el cuerpo humano, ese gran sabio, ese gran sistema interconectado que todos poseemos, ese gran organismo que sabe afrontar y defenderse sobre ataques externos, ataques de organismos unicelulares o de cerebros unicelulares como fuera nuestro caso, cuidaría de nosotros.

Where is the Limit?

Dice un conocido spot publicitario; el límite de ellos no lo sé, el mío sin duda aquella jornada lo alcanzaría con creces.
¿Pero que hicistes pedazo de burro?- 

Comencemos pues:

La etapa desde el albergue de Rosa, nueve kilómetros antes de Ribadesella, se convertiría en un mártir, una etapa endiablada de 71 km y un desnivel acumulado de 1400 metros.  Desde aquel lugar partimos con la idea preconcebida de que solo serían 2 puertos no muy importantes, lo que muy a nuestro pesar no sabíamos era que el mayor desnivel lo tendríamos en un falso llano que con subidas y bajadas continuas nos iría castigando poco a poco.

Captura de pantalla 2017-03-29 a las 22.04.05

Nuestro pedalear nos llevaría de forma alegre hasta Villaviciosa. Lugar donde nuestra senda podría desviarse por el sur rumbo a Oviedo, o mas al norte, en dirección Gijón. Tras plantearnos hacía que lugar avanzar, decidimos decantarnos por Gijón,  unas de las decisiones tal vez mas erradas de nuestros viajes, o tal vez no, y el destino así lo quiso. ¿Quíen sabe? a estas alturas qué mas dará ahora..

IMG_20161226_141410Sería desde aquel lugar y momento donde nuestro pedalear alegre se acabase, comenzando una serie de altibajos aparentemente inocentes, pero tan peligrosos como perro que no ladra pero muerde.  Los altibajos, los dos picos que ya sabíamos y el tiempo de luz se pondrían en nuestra contra. Anímicamente, físicamente y moralmente agotados, tuvimos la suerte de dar por el camino  con una casa que ofrece ayuda a todo peregrino que pasa por allí , lugar que como agua de mayo nos daría nuevamente la vida, «El Peregrin Cansau» tenía rotulado en su covacha. El trato con aquella señora tan humilde y entregada, la invitación a un café y varios polvorones, se convirtieron en los responsables directos de que dejásemos pasar el tiempo, todo eso y  y el ronroneo de sus gatos y sus juguetones  perros harían el resto.

IMG_20161226_142051

Pero como era de esperar, tocó  despedirse. Por delante el peor de los puertos que tendríamos que afrontar, – «deberíamos de haber traído la tienda de montaña»- lamentaremos más de una vez –«No puedo más, en la próxima casa abandonada nos quedamos»- Exhausto comentaba – «No tenemos apenas comida ni agua Jesús»-  «Me dá igual papá, no doy más de mí». – «Vamos chico un poco más, tu puedes hacerlo».   Gijón sin duda se nos estaba atravesando. Pero entre tanto llanto y suspiro  al fín conseguimos coronar el mayor de los puertos y respirar profundamente antes de disfrutar  con aquélla bajada interminable.

IMG_20161226_170423.jpg

Como era de esperar, finalmente nos cogería la noche.  Una familia al vernos cansados y con caras de circunstancia se interesaría por nosotros y trató de ayudarnos. 

– ¿Necesitais pasar noche? Os pregunto en un hotel cercano – Haría uso de su teléfono móvil para localizarnos alguna habitación disponible – ¿Espera hacia dónde vais?

– Tenemos intención de llegar a Gijón. ¿Queda mucho? No damos para más. 

– No, que va tan solo 10 km y os aseguro que es todo cuesta abajo.

-Enserio? Gracias! seguiremos pues.

Con la noche más oscura, luces delanteras y traseras y chalecos reflectante trabajando al 120% pupilas abiertas como platos y un gran dolor que me oprimía el estómago, señal de que el esfuerzo estaba llegando a su límite, llegaríamos a nuestro destino.
Pero aún no habíamos acabado, un largo caminar de casi 3 km a través de las largas avenidas de la ciudad nos dejaría en casa de Vicente, nuestro ángel de la guarda gijonés .

Cómo os dije al principio el cuerpo es sabio y sobre todo tiene un límite, límite que después de una semana sin descanso y la etapa vivida, lo superé con creces.  Sería en el final del día, tras una ducha en la que el citado límite explotaría, mis piernas flaquearían  y el cuepo me haría vivir una de las mayores pajaras de mi vida, exhausto, mareado, en otro mundo y sin fuerzas caí rendido en aquél sofá.

Aconsejados por Vicente y su anciana madre, a los cuales desde aquí tengo que agradecer que tanto se preocuparan por mi estado  durante aquella noche y días venideros, tomaríamos la decisión  de parar de rodar por un día completo, manteniendo  un merecido y necesario descanso y reposo.

Y así fue, ¿quíen no lo hubiera hecho después del episodio vivido? A las 07 de la mañana tomaremos el tren que nos llevaría hasta Luarca. lugar donde pudimos disfrutar del citado descanso.

Where are the limit? Creeme mejor no lo busques y sal a disfrutar del camino. 

Un Abrazo amigos

Y sonarán las gaitas asturianas.

logo4

Asturias, paraíso natural, al menos eso dice su eslogan. ¿Pero era cierto o solo un reclamo publicitario? Yo ya tengo mi opinión ¿Quieres conocerla? Sigue leyendo.

IMG_20161225_132125

Nuestro pedalear por tierras asturianas daría lugar,  un solitario y festivo 25 de diciembre, por delante playas, acantilados, monumentos naturales, y cuerpos llevados al límite del abandono, música popular y algún que otro día de descanso, pero no adelantemos acontecimientos. Mejor comenzamos con la primera de las tres crónicas asturianas: 


San Vicente de la Barquera (Cantabria) 08,00 am:

IMG_20161225_111835Tras despertar y con el protocolo oficial, partimos con la despedida amarga a tierras cántabras y la ilusión por conocer la asturiana, un puente sobre el Río Deva haría de lazo de Unión entre Unquera y Bustio, localidades cántabras y Asturiana respectivamente, dicho puente nos brindará con el reflejo de ambas poblaciones en las aguas del Deva, acompañados con el extraño, agradecido y acogedor tiempo soleado que estamos teniendo.

El camino oficial por carretera estaba resultando pesado, así que decidimos seguir con la recomendación costera del Gr_9 y bendita decisión, adiós a los escasos coches que circulaban de vez en cuando junto a nosotros. De nuevo junto a pastos verdes y sobre todo haber sido recibidos por un espectáculo de la naturaleza. – ¿Dónde? ¿Cual?- Pues junto a las proximidades de Puertas de Vidalgo.  La madre tierra nos mostrará el espectáculo de los Bufones de Arenillas, pero no, estos bufones no nos harían reír más bien dejarnos perplejos al oír el bufido del mar atravesando las cavidades de piedra caliza y saliendo al exterior, por aquella abertura en la piedra, al más puro estilo de un geyser pero con la expulsión del agua, es un fenómeno que destaca en invierno en épocas de lluvias y con la marea alta, así que ya podéis imaginar el disfrute cuándo teníamos todos los requisitos a nuestro favor.

IMG_20161225_135631_BURST003
Bufón de las Arenillas 

Como una imagen vale más que mil palabras y un video más que dos mil, aquí os dejo este espectaculo y más imformación sobre este fenomeno natural :

Tras este apunte de Geología y tras el almuerzo en aquel inimitable lugar seguimos en la búsqueda de Llanes, un pueblo de cine del que no salimos como extra pero si por la puerta de atrás, nos hubiéramos quedado más tiempo pero dejamos mucho tiempo pasar con los bufones y el sol corría en nuestra contra así que decidimos seguir. Un duro paseo debido al continuo sube y baja del terreno nos llevaría a los pies de la playa, que aunque solo rodamos escasos 200 metros por ella, ha sido un placer volver a oír el sonido de las olas y sentir su olor característicos. Por otro lado nos hemos desorientados por primera vez con el camino de Bricia, pero finalmente pudimos recuperar nuestro camino a Ribadesella y dar por concluida con nuestra jornada en este embaucador albergue regentado por Rosa.
Gracias Asturias por la bienvenida.
Eso es todo por el momento.
Un abrazo y hasta la próxima:
IMG_20161225_144157
«Gaitas» El fiel cane que se ofreció de guía a cambio de un trozo de pan. 

Disfrutando aún más de Cantabria. De Peñacastillo al cauce del Deva.

Buenas amigos, ¿por donde lo dejamos? ¿Peñacastillo? ¡Pues claro que sí! Como se me va a olvidar la estancia en casa de nuestros amigos Carlos y Silvia y sus ricas croquetas para la cena, sí por mí fuese, me hubiera llevado las alforjas cargadas de las que se quedaron sin comer por respeto en el plato…

Pues nada, al lío sin más demora , seguiremos con nuestro paso por tierras cántabras:

IMG_20161224_095611.jpg
¡Vamos, que ya queda menos!

«Si podeis parar a visitar Santillana del Mar no lo dudéis, tratar de ajustar el horario del almuerzo para deteneros allí y disfrutar de sus calle»- Sabio consejo que algún que otro compañero nos diera»

Seguir leyendo «Disfrutando aún más de Cantabria. De Peñacastillo al cauce del Deva.»